-Adelante.-Dije lo suficiente alto como para que me oyeran. Por la puerta entraron mi ex tutor , con la pequeña Sadi , una niña somalí de unos 6 años con Sida. La habían encontrado abandonada en las calles , y como lo hizo conmigo , Mourise la adoptó. Debido a su enfermedad nadie , bueno , exepto nosotros , se acerca a ella. Le tienen miedo , como si su compañía le contagiara. La pequeña se abalanzó a mis brazos , con los ojos llenos de lagrimas. La estreché contra mi pecho mientras luchaba con todas mis fuerzas por no dejar salir las mías , aun y cuando quemaban mis ojos. La echaría tanto de menos . Ella había significado tanto para mi . Gracias a ella sabia lo que quería ser . Medico. Una carrera imposible dada mi situación , pero aun a si yo sabia que lo haría , y que estudiaría para encontrar una cura a su enfermedad , o al menos buscar un modo de hacer su vida mas placentera. Alcé los ojos , para ver como también el que había sido , y sería mi mejor amigo , me miraba con pena y lagrimas en los ojos. Sonreí , mostrandole a si , como esto era lo que yo realmente quería.
-Veo que tienes todo listo . Sus palabras , a pesar de ser firmes , sonaron igual que como si estuviera llorando. Separé con suavidad a Sadi de mi , para poder arrojarme a sus brazos.
-Te voy a echar de menos , Mourise. Gracias por todo.-Susurré , al tiempo en que el me estrechaba aun mas entre sus brazos. Las lagrimas quemaban mis ojos , que seguían luchando por no dejarlas salir , mientras que un sollozo atascaba mi garganta. Dolía demasiado dejarlos, pero necesitaba encontrar esa parte de mi , es parte que me llevaría directa al hogar.
-Prometeme algo Clary .-Su voz sonó tan suplicante que asentí contra su pecho.-Si pasa algo , si no encuentras nada , me avisaras para yo poder ir a buscarte , o al menos ayudarte. Era una promesa algo injusta , pero aun a si la aceptaría , tan solo por que el a si se estaría tranquila.
-De acuerdo, pero ahora vamonos , voy a perder el avión.- Al decir eso la pequeña Sadi rompió en llanto , como si su vida corriera peligro. Verla a si , tan desconsolada me partió el corazón , y por un minuto desee quedarme , solo por un minuto. Me arrodille delante de ella , para tomar su pequeña cabezita entre mis manos y limpiarle con los dedos sus lagrimas.-Shhh , Sadi , cariño , te prometo que volveré a verte. Y que cuando vuelva iremos a Central park , y comeremos un helado ¿de acuerdo? . La niña no dijo palabra , solo se aferro a mi cuello , con fuerza , con desesperacion. Y no pude contener las lagrimas . Sentí una mano en mi hombro , intentando que me pusiera en pie , y lo hice con la niña en mis brazos. El llevó mi bolsa hasta el coche. No me despedí de nadie , por que no había nadie de quien despedirse . El viaje en coche fue corto y silencioso. Nadie abrió la boca , y los únicos sonidos fueron el motor , y los sollozos de la pequeña. Intentando no pensar , gire mi cabeza hacia el cristal , viendo pasar todas esas calles por las donde un día paseé , donde ocurrió un pequeño instante de mi vida. Sonaba estúpido , pero echaría de menos cada parte de Nueva York , cada calle , y cada tienda o bar . Echaría de menos su ruidoso trafico , y su helado invierno. Suspire , y me recosté en mi asiento , cerrando los ojos , dejando divagar mi mente por los mejores recuerdos que tenía . El día en que conocí a Mourise , y los días de diversión que le siguieron. Cuando llego Sadi , y le entregó aun mas luz a mi vida. Era pocos momentos , pero realmente únicos e inigualables. El ruido de los neumáticos derrapando me saco de mis pensamientos. Ya habíamos llegado . Bajamos del coche , con otro silencio . No dijimos nada , en todo trayecto , ni en el tiempo de espera , simplemente nos limitamos a abrazarnos . Espere hasta el último momento , pero la ultima llamada de mi vuelo sonó , y yo no lo pude demorar mas . Me levante , con resignación , pero a la vez con alegría.
-Cuidate por favor. Fue lo único que me dijo Mourise , despues de el pequeño abrazo de despedida. Yo tan solo asentí y me agache para abrazar tiernamente a la niña.
-Te quiero Clary . Esas dos palabras me enternecieron tanto , que creí que me moriría al dejarla aquí. Me sequé las lagrimas con una sonrisa .
-Y yo a ti mi niña. Fue lo único que dije antes de girarme y marcharme hacia la puerta de embarque. La azafata me colocó en mi asiento , y por suerte estaba en la parte de la ventana. Sonreí al ver como me conocía Mourise. Un nudo se alojo en mi garganta , pero intente evitar que se dejara notar. Pero en cuanto el avión despego , no pude evitar comenzar a llorar silenciosamente , mientras que mi corazón se culpaba por haberlos dejado , pero mi mente le gritaba que este viaje era bueno , por que simplemente era el viaje que me llevaría directa a mi destino.